Lucho es el mejor delantero del mundo, sin discusión, pero nació en un país chiquito sin poderío económico ni político. Una combinación complicada por la que va a tener que pagar carísimo. Pero se va a levantar como lo ha hecho tantas veces. No tenemos dudas (mal que les pese a todos los que lo persiguen).
Lejos de la inmoralidad y falta de escrúpulos de la FIFA está el pueblo de Suarez. Poco más de tres millones de almas celestes que lo apoyan incondicionalmente. Porque hoy todos los uruguayos cerramos filas y le hacemos el aguante a Luisito.
¡GRACIAS POR TODAS LAS ALEGRÍAS, LUCHO!
¡AGUANTE LA CELESTE!
¡¡URUGUAY PARA TODO EL MUNDO!!